Las calles estrechas empedradas, con las lluvias y la humedad de las últimas horas, habían adquirido una atmósfera misteriosa. No esperaba que me recibiera la ciudad con agua, y sin embargo me acompañaría durante toda mi estancia. Por casualidad había coincidido con la fiesta de las flores, pero mi visita a Gerona no tenía por objetivo disfrutar de los espectáculos florales sino descubrir su antiguo barrio judío, uno de los mejor conservados del mundo. 

Me gusta descubrir las ciudades sin mucha gente, casi en soledad. Aunque recorro el call de día, espero a que caiga la noche (y que llegue la primera hora de la mañana) para disfrutar su estructura laberíntica. Para sentir ese poso medieval en las piedras de sus calles. Un barrio fascinante incluso en días de lluvia como el de mi visita a la capital gerundense. 

Al igual que en el resto de la península, no se sabe con seguridad cuándo llegarían los primeros judíos a Gerona. Lo que sí tenemos constancia es que entre los siglos X y XIV se asentarían cerca de la catedral y en la actual calle de la Força. Un documento del año 888 hace referencia a la presencia de 25 familias judías (provenientes de Besaú) en la ciudad. Una comunidad que iría aumentando poco a poco hasta llegar a albergar a unas 800 personas.

Nahmánides y el Centro Bonastruc ça Porta

Moshé ben Nahmán, conocido por Nahmánides, y Bonastruc ça Porta en su nombre catalán, nació en la Gerona en 1194. Tan importante huella dejó que su obra se sigue estudiando en la actualidad. Entre otras profesiones destacó por ser un importante filósofo, poeta y médico. Se trata sin duda del personaje más destacado del call de la ciudad (call es la palabra utilizada en Cataluña para denominar los barrios judíos).

Lleva su nombre el Centro Bonastruc ça Porta. Situado en el número 8 de la calle la Força donde siglos atrás estarían no sólo la casa del médico y filósofo, sino también la sinagoga, la escuela o el mikvé. El lugar acoge hoy el Museo de Historia de los Judíos y el Instituto de Estudios Nahmánides.

El Museo de Historia de los Judíos nos muestra rasgos de la comunidad judía de la época. Podemos aprender además de su historia o cultura, también sobre su gastronomía o costumbres, o contemplar los restos del antiguo mikvé (baños de purificación judíos), que estaría en funcionamiento en la segunda mitad del siglo XV. Además, tiene en exposición la que probablemente sea la colección lapidaria hebrea más importante de la península. Los enterramientos de la comunidad judía se realizaban extramuros, en lo que hoy es la montaña de Montjuic (“Monte de los judíos”). Del cementerio quedan el nombre del lugar y las lápidas que podemos observar en el Museo. En una de ellas (Lápida de Estelina) leemos “Esta es la estela fúnebre de la honrada Estelina, esposa del ilustre y sereno Bonastruc Josef. Tenga su mansión en el jardín del Edén”. 

Una comunidad judía que no sólo formó parte de la ciudad, sino que contribuyó más que significativamente a su desarrollo cultural. 

El call de Gerona

El barrio actual sólo conserva una parte del trazado original.  Un laberinto empedrado sin pérdida alguna. La judería se encontraba en lo que hoy es el casco antiguo de Gerona, siendo la calle de la Força la arteria principal. Una vía principal alrededor de la cual encontramos calles, callejuelas y callejones. Un entramado de arterias, muchas veces empinadas (es Sant Llorenc una de las calles más emblemáticas de la judería de Gerona, con sus escaleras pronunciadas, donde la piedra y los arcos otorgan al lugar un aire medieval), que nos llevan a descubrir recovecos y magníficos patios muchas veces escondidos del ojo humano.

Llegado el siglo XII la comunidad judía se trasladó de emplazamiento. La primera referencia al call de Gerona data de 1160, estando en 1279 ya plenamente constituido (un documento menciona el asentamiento de los judíos en la zona de lo que sería el barrio judío). Un call donde vivirían los hebreos (al menos la mayoría) entre los siglo XII y XIV. Un espacio que alojará las viviendas, las instituciones judías, las sinagogas o el hospital, además de las pescaderías o carnicerías para abastecer a la aljama. No se trataba de un espacio de reclusión cerrado, al menos no lo fue hasta 1448, momento en que se prohibe a los judíos vivir fuera de dicho recinto, quedando confinados en el call.

Recorrer las calles, y callejones, de la parte antigua de Gerona es trasladarnos mil años en el tiempo. Un barrio con encanto medieval y una de las juderías mejor conservadas de toda Europa. Perderse, o simplemente dejarse llevar, en el call donde vivieron los judíos nos permite disfrutar, e imaginarnos por un tiempo, de como sería la vida de los hebreos rodeados de cristianos en la Edad Media.

Las sinagogas y la catedral

Dispondría Gerona de tres sinagogas. Una primera, situada junto a la catedral, que podría tratarse de la más antigua de Cataluña. Sinagoga que sería abandonada cuando los judíos marcharon a vivir al call medieval. La sinagoga mayor, ya del siglo XIII, estaría en el calle de la Força, en el actual número 23, con una zona exclusiva para mujeres como dicta la tradición sefardí. Sería clausurada en el año 1415. La tercera y última sinagoga estaba situada en lo que hoy es el Centro Bonastruc ça Porta. 

La catedral se encuentra al norte del call. Un edificio levantado en un terreno donde hubo una iglesia del siglo VII, que pasaría a ser mezquita años más tarde. Se construyó la primera catedral románica alrededor del siglo X, época de la cual aun conserva el claustro entre otros elementos. Sería en el siglo XIV cuando se substituiría la nave central por una nave gótica. Una nave gótica que, con sus 23 metros, es una de las más grandes del mundo. Encontramos en el interior de la catedral el “Tapiz de la Creación” (siglo XI-XII) donde podemos observar a dos individuos que se identifican con la palabra judei.

La convivencia no fue siempre fácil, produciéndose conflictos entre cristianos y judíos muy frecuentes. Hay varias fechas clave en esta conflictividad. En 1331 se produce un asalto cruel a la judería. Nuevamente es atacada en 1348, esta vez relacionado con los problemas ocasionados por la Peste Negra, de la cual se culpa a los judíos. En 1391 se reproducen las matanzas en la ciudad, al igual que en muchas otras partes de la península. El 10 de agosto de 1391 sería en el call de Gerona donde se llevaría a cabo una horrible matanza de judíos. La judería quedó arrasada. Las consecuencias del asalto fueron devastadoras, nunca volvería a ser la misma. Las muertes, las conversiones y la emigración dejaron prácticamente inexistente la aljama. No había terminado la conflictividad ni los agravios. Vicente Ferrer, en 1404, pronunció un celebre discurso antijudío en las escaleras del Convento de los Dominicos ante la presencia de muchos de ellos. Tal era la situación denigrante hacia los judíos de la ciudad que el rey, en 1436, prohibió la costumbre (arraigada en muchos momentos) de apedrearlos.

El Movimiento cabalístico

El movimiento cabalístico había nacido en Provenza en el siglo XI aunque la base de la cabalística es ancestral, pudiéndose remontar hasta la Antigua Babilonia hace unos 4000 años. Un sistema que trata de entender lo absoluto a través de la Torá. 

La Cábala de Gerona sería de gran relevancia. La doctrina cabalística se extendió rápidamente y llegaría a la ciudad alrededor de 1200, pasando a ser  un importante centro dentro del estudio esotérico con importantes personajes del mundo de la cultura. 

Los cabalistas consideraban que pertenecían a una tradición esotérica antiquísima. Una corriente filosófica que tenía su base en la creencia de las “emanaciones divinas” (sefirot). Se trataba de entender y analizar el mundo más allá de lo racional, procurando los elementos que constituyen tanto la “creación” como la esencia divina. Según la tradición rabínica clásica comenzará con las enseñanzas de la Cábala por parte de Dios a algunos personajes bíblicos. Uno de los libros cabalísticos fundamentales es el Sefer ha-Bahir o Libro del Esplendor, obra de Moisés León, o al menos sería el compilador de unos textos para los cuales se basó (según el mismo confirmaría) en manuscritos del siglo II. 

Observamos un carácter esotérico y misterioso mediante el cual desvelar unas enseñanzas reales. Unas enseñanzas en las que juegan un papel primordial tanto las letras, como los símbolos o los números. Lo que para la mayoría de nosotros son historias, los cabalistas saben interpretarlas aplicándolas a la vida cotidiana. Además, la práctica cabalística fue utilizada de forma habitual por los constructores de catedrales de la Edad Media. 

El Edicto de Expulsión en Gerona

En el momento de la expulsión la población hebrea de la ciudad era muy pequeña, apenas 20 familias, convirtiéndose la mitad y marchando al exilio la otra mitad. Tuvieron que malvender sus propiedades, no pudiéndose llevar ni oro ni plata. 

El día 30 de abril de 1492, Gerona recibía la notificación que supondría el final de la judería de la ciudad. Se dictaba que los judíos y judías se deberían convertir al cristianismo antes del día 31 de julio de ese año. Aquellos que no se quisieran convertir deberían marcharse de la ciudad. Se irían para siempre dejando el poso y el recuerdo de varios siglos. Una memoria que aun perdura y que podemos sentir mientras recorremos el entramado de calles empedradas de la antigua judería de Gerona.