El monje Pui To (literalmente “viajando en una taza”) hace unos 1500 años fundaba el monasterio budista de Tsing Shan, más conocido como monasterio de Castle Peak, complejo monástico situado en la colina de Castle Peak de quien obviamente copia el nombre, para no liar las cosas digo yo, y para que cuando vaya a visitarlo no me pierda. Cuenta la leyenda que el monasterio era la residencia de Pui To, monje budista de la India quién supuestamente viajaba en una taza de té de madera. Descubrió por casualidad la zona de Castle Peak y se construyó una casa para practicar meditación. Poco a poco los seguidores fueron creciendo en número y éstos en homenaje a su maestro construyeron un santuario en una cueva cercana donde supuestamente vivió el monje.

Al recorrer el monasterio me quedo asombrado observando santuarios y templos dedicados a diferentes dioses y Bodhisattvas, entre los que cobra importancia uno dedicado al propio Pui To en una gruta al subir a la montaña. No lo parece debido a su buena conservación pero me cuentan que es uno de los tres monasterios más antiguos de Hong Kong. Desconocía su existencia incluso después de muchos años viviendo en la ciudad. No hay cómo poner un poco de interés para descubrir nuevos rincones cuando pensamos que ya conocemos todo del lugar donde vivimos.

El complejo está situado en una zona boscosa tranquila con mucho encanto, y se encuentra ademas de la pagoda dedicada a Pui To, los templos dedicados a Tsing Wan Koon y a Tsing Sham. Monumentos que disfrutan no sólo de la calma que da “vivir” lejos del bullicio del centro sino de unas vistas espectaculares y un ambiente por momentos solemne. Es lo que tiene estar en una colina, que todo es mucho más interesante, incluso la subida a pie durante media hora ladera arriba.

Nada es inmune al paso del tiempo y en 1926 se produce una reconstrucción del complejo, dejándolo con el aspecto en que hoy día lo encontramos. Aspecto que se encontró quizá el más popular de sus visitantes. El complejo monástico fue escenario del rodaje de la película “Enter the Dragon” con lo que décadas atrás, Bruce Lee paseó (y saltó que era más propio suyo) por los lugares que ahora transito. Quien lo iba a decir que el actor chino y yo tuviéramos un punto de unión y que éste fuera Castle Peak.