En la moderna, sofisticada y exclusiva Hong Kong, encontramos peculiaridades dignas de aldeas remotas o de ritos arcaicos. En uno de los barrios más famosos y bulliciosos de la ex colonia británica, en plena calle y a disposición de aquellos que requieran sus servicios, trabajan las “golpeadoras de indeseables” (“Petty Person” beaters en su denominación inglesa). Por unos 5 euros al cambio puedes buscar revancha en tus enemigos. Las “sacudidoras o golpeadoras” se encargarán de ello.

Adiós a nuestros enemigos

Con un zapato desgastado como única arma, la sacudidora profesional, normalmente señoras mayores, te ayudan a vencer a los enemigos. Con el zapato golpean un papel de forma humana, y mediante un ritual logran que los dioses te den su protección y te traigan buena suerte. Aunque el nombre “Petty Person” o “Persona Indeseable” pueda referirse a un ser humano, engloba además de personas, aquellos asuntos generales relacionados con cosas problemáticas o maliciosas. Podemos querer deshacernos de la mala suerte, de problemas que nos acechan o de dificultades que tengamos que afrontar y no sabemos cómo. Eliminado esto, nos llegará la fortuna, el éxito y la felicidad. El ritual lo puede hacer uno mismo, pero siempre es mejor dejarlo en manos de profesionales, por lo que pueda pasar.

Bajo un puente moderno en la bulliciosa Causeway Bay, las golpeadoras profesionales ayudan a personas de toda condición a liberarse de sus enemigos, ya sean personas físicas o espíritus. Si es precisamente bajo ese puente es debido a la oscuridad del lugar, un emplazamiento donde se reúnen las fuerzas malévolas, y donde pueden atraparlas más fácilmente. Me cuentan que, diferentes generaciones de mujeres, bajo ese puente llevan atrapando espíritus malignos más de un siglo, y que vienen a disfrutar de sus servicios gentes no sólo de todos los lugares de Hong Kong, sino también de la cercana China. Su popularidad sigue siendo muy importante en pleno siglo XXI, y la gente sigue confiando en ellas para resolver los problemas que no les dejan disfrutar del día a día.

Cuestión de fé

Va a depender de cada uno, y de cada caso concreto, que mediante el ritual a tu jefe pesado le cambian de departamento, tu molesto vecino se marche del barrio o que ese cliente quisquilloso cambie de actitud. Nunca lo he probado, sólo he sido observador, así que no puedo ni afirmar ni negar su utilidad. Me comentan que no es tan fácil como parece, incluso para aquellos que acreditan en este sistema, y que sólo funciona si se cree realmente en ello. Además, no se puede ir a sacudir o golpear cuando a uno le venga en gana, sino que mediante la revisión de los libros de adivinación se sabe que épocas o años son los más propicios para ello.

Sea como fuere, visitar a las golpeadoras de “personas indeseables” ayuda a las personas a sentirse mejor, a encontrar un poco de confort y eliminar un estrés causado por personas o cosas que nos perturban en el día a día, de los cuales nos queremos deshacer. Una ayuda psicológica mucho más barata que los psicólogos y mucho menos violenta que si los golpes a los enemigos fueran físicos. Por unos pocos euros, y sin derramar nada de sangre, ni generar violencia, te puedes deshacer no sólo de tus enemigos y de aquellas personas que te incordian, sino también de las preocupaciones que te acechan en el día a día.

Ni los rascacielos deslumbrantes, ni la modernidad, ni las luces de neón, ni las grandes corporaciones han conseguido que la internacional Hong Kong deje de ser una ciudad supersticiosa. Las “golpeadoras de personas indeseables” son una manifestación más de ello. Unas golpeadoras a las que algunos consideran una una especie de brujas ya que se supone tienen comunicación directa con los Dioses para realizar sus rituales. Las creencias sieguen siendo creencias, ya hablemos de un pueblo en una remota zona rural china o bajo un puente en la internacional Hong Kong.